NUESTRO PERRO NO ACUDE A LA LLAMADA

Hay un perímetro que deberemos calcular hasta dónde tendremos el control del perro, con lo cual es sumamente importante saber hasta dónde llega nuestro radio de acción. Siempre hay una distancia que si llamamos a nuestro perro va acudir, pero si permitimos que se aleje más del círculo de control, no vendrá. De ahí sea sumamente importante estar siembre pendiente de sus movimientos y gestos.  No sólo es ésta la solución a la falta de disciplina, existen más circunstancias dependiendo del perro, su habitad etc., con lo cuál es importante evaluar cada caso, aunque con este pequeño resumen algo se podría mejorar.

El perro es un animal muy sabio, y sabe con quién está, dependiendo de quién sea se comportará de manera diferente. Con lo que debemos aprender a interpretar sus gestos, para poder adelantarnos a los acontecimientos, sin agobiar en exceso al animal.
Si por miedo o inseguridad nuestra, estamos constantemente llamándole para que venga, nuestra llamada perderá fuerza y dejará de ser eficaz, consiguiendo el efecto contrario, NO NOS HARÁ CASO.

Breves consejos:
-Anticipación y llamada correcta.
-Llamada totalmente firme y segura. Una llamada en serio y a tiempo es el mejor consejo.
-No llamarle flojito y en tono cariñoso, si es que nuestro objetivo sea que nos haga caso. Todo tiene su momento y esa llamada dulce podremos hacerla si estamos jugando con él y es un momento diferente, con objetivos diferentes.
-Saber interpretar los momentos para que nuestras actuaciones sean eficaces.